Las múltiples caras que ofrece la cocina peninsular abarca también lo que se refiere a nuestro vecinos portugueses, una cocina de mar y montaña según donde nos situemos si más al sur o al norte pero que nunca deja indiferente a los turistas que visitamos aquellos lugares, entre los que me incluyo puesto que tengo familia portuguesa y el Algarve se antoja como un oasis de paz y tranquilidad y más concretamente Tavira como el refugio o "segunda casa" sin llegar a serlo de verdad, durante el verano.

Pocos restaurantes hasta la fecha hay que combinen lo mejor de la gastronomía lusa y le añadan toques andaluces, hablamos de una cocina de la que se hace en el sur de Portugal y con lo característico de nuestras tierras. Taberna Heliópolis, abierta el año pasado de la mano de Joao y su esposa Rocío, aúna las dos gracias a las raíces de ambos. Los años en Sevilla pasados por Joao han servido para empaparse bien de la cultura gastronómica de aquí y si a eso le sumamos su procedencia estamos ante un establecimiento que sin llegar a ser trangresor (ni lo intenta), se hace grande dentro de su humildad y sencillez. En un barrio como Heliópolis donde no proliferan muchos locales, el reto de ir por este tipo de cocina le ha salido redondo.

La taberna se divide en una terraza agradable con veladores en la acera de enfrente junto a un parque infantil, ya en el interior podemos ver mesas altas y mesas bajas y al fondo la barra. Un interior remodelado y sencillo a más no poder pero efectista. Aquí donde se le da importancia es a la comida y a la tradición culinaria y cultural portuguesa e impregnarnos bien de todo ello. 

En este punto nos basaremos más en su propuesta portuguesa, centrándonos en sus entrantes, revueltos, pescados, cataplanas de marisco y arroces. Para comenzar tenemos varias opciones: aliños como la Ensaladilla de langostinos, Croquetas caseras de muchas variedades (arroz negro con alioli, cochinillo con manzana...) o las imperdibles Alcachofas a la brasa con langostinos, platos todos ellos de buen tamaño y a un precio bastante razonable por cantidad.

En la categoría de revueltos, como no, nos encontramos con uno de sus reyes de la carta, el conocido Revuelto de bacalao dorado, al que no le falta ningún condimento salvo aceitunas negras o cilantro para los que quieran otro sabor más pronunciado, pero tanto el bacalao desmenuzado, el corte de la patata y de la cebolla hacen del plato una maravilla que poco o nada tiene que envidiar a los que preparan pasada la frontera.

Entrando en los platos y ollas para compartir, nos detenemos primero en sus arroces, algunos caldosos y otros tipo fideuá, arroces marineros o Arroz ibérico, olla para dos personas (o más) con chorizo y presa ibérica, un arroz tirando más a seco, a diferencia de los que llevan marisco. Contundente, rico y no apto si vas ya con el estómago en reserva. Y para rematar la carta, sus famosas Cataplanas de marisco o de pescado, con bacalao, almejas, langostinos, mejillones, etc... siempre barriendo para casa y ofreciendo lo mejor de la costa lusa y su producto.

Como buen local portugués no puede faltar su llamativa bodega (vinos de Oporto, Casal Garcia...), sus quesos y patés de pescado, tartas y postres clásicos o los licores de almendra o el Beirao, para la nota final dulce. Un rincón que puede parecer el típico mesón sevillano por fuera pero que por dentro se transforma por completo. Buena atención, un precio medio muy aconsejable, retirado del centro para poder comer más tranquilos y una apuesta gastronómica que sorprende para bien a todas luces.


Dirección: Calle Ensanche, 4 (41012) Sevilla 

Teléfono: 854 640 226

Web 

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.