En el extrarradio de Sevilla podemos encontrarnos con ejemplos de locales que apuestan por una arriesgada e innovadora fórmula de tapas a los que en la capital aún estamos intentando acostumbrarnos y ante tal novedad rompen con los estándares y abren incluso franquicia. Es el caso que nos toca, No Ni Ná Tapas, historia fraguada en Aznalcázar, pueblo casi limítrofe con Huelva junto al río Guadiamar, bellos parajes para el nacimiento de un local con sello propio, no en vano han sido ganadores en varios años del premio a la mejor tapa en su ruta anual, lo que ya da buena cuenta de su increíble y original propuesta.

Francisco José y Ana son los "culpables" de esta idea y ponen mucho afán en que el negocio siga creciendo tanto dentro como fuera del establecimiento. Centrándonos en el negocio primigenio, la verdad es que podemos decir que vale la pena desviarse hasta aquí para probar sus delicatessen. No engaño cuando digo que tienen ciertas tapas/platos que incluso asombrarían verse en la capital, aquí viene gente de alrededores y también de fuera conocedores algunos y otros no, de su oferta. Y el hecho de triunfar en un pueblo pequeño da una idea de que puede triunfar más allá y en lugares más grandes.

Directos al grano diremos que la carta es extensa, casi todo lo que tienen se puede pedir en formato tapa, en unos precios que oscilan entre los 3€ cada una, y unos platos de máximo 8€, nada mal y ajustado a todos los bolsillos. Carta dividida en Entrantes a compartir (donde entre sus ensaladas y aliños destacamos sobre todo la Ensaladilla de marisco). De sus tapas a concurso en la última ruta, y esperemos que alguna las pasen a carta en un futuro, nos llamaron poderosamente la atención dos, por un lado su Chocolate con churros, que no era otra cosa que un trampantojo de lo que son realmente churros de bacalao con alioli de ajo negro, algo muy rico aunque se acabe pronto... También fuera de su carta está el Parmentier de trufa y boletus, otra notable tapa. 

Del taller de tapas salen mucho sus Canelones de pato, Fagotini a la crema de queso o Codillo de pato confitado al PX, con un característico toque entre ácido y dulce, algo como el codillo que no suele verse demasiado pro los bares y que aquí lo presentan de forma llamativa. 

De la mar podemos encontrarnos con un característico Germinado de chipirón sobre migas o la suave y esponjosa Ventresca de bacalao confitado. Unas Sabanitas de jamón o la Miniburguer Black Angus completan una lista de sugerencias muy apetecible. El servicio en mesa, tanto en sala como en terraza es bastante correcto, el chico que atendió muy amable y conocedor de toda la carta. Sin ser un local de lo más transgresor (no lo pretende tampoco), logra armonía en su conjunto que no es poco y la variada carta echa el resto. Un establecimiento a descubrir para quien no lo haya hecho.


Dirección: Avenida García Lorca, 21A (41849) Aznalcázar

Teléfono: 686 061 271 

Web: Enlace

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