Hoy visitamos El Viso, primera parada aquí desde que empecé la web y ciertamente no ha podido ser en otro lugar tan emblemático como éste. Cervecería La Viña pude catarla un par de veces años atrás pero ha sido en este tercera visita cuando realmente hablaré de ella. Abierta hace justo 40 años por Antonio y Dolores, esta "casa" ha sabido hacerse con un nombre y una reputación no sólo en el municipio sino también dentro de la provincia gracias a una carta que sin ofrecer nada del otro mundo, sí que sobresale por su cantidad y su buen producto. Y es que otra cosa no, pero aquí quien viene a comer sale rodando.

La historia de este establecimiento a las afueras del pueblo es larga y especial, como especial es su decoración llena de antigüedades de todo tipo que bien parece hoy día una casa-museo. El restaurante es grande, enorme diría, incluida terraza de verano, salón superior, otro salón inferior abierto al público en épocas más recientes y una cafetería propia unida al restaurante por un pasadizo subterráneo, que data de mediados de los 90. Con las medidas de higiene y control de covid los salones se han visto menguados, antes el local podía abarcar centenares de clientes, y de hecho se llenan sus salones lo que denota una cocina muy del gusto del sevillano.

Algo que les diferencia del resto es su servicio, hay que ir a pedir a la barra, tienen autoservicio los fines de semana y festivos, aunque si bien he de decir que no es algo muy positivo sí reconozco que lo hacen de manera organizada y rápida. Recomendable es reservar, más aún para grupos amplios y obligatorio los fines de semana. 

Centrándonos ya en la carta, resaltan sus raciones y medias raciones de fritos, planchas, revueltos y carnes, amén de algunas recomendaciones y platos estrellas de la casa como ya veremos. Aquí no encontramos tapas, todos platos al centro para compartir buenamente entre hermanos, de entre los entrantes caben mencionar dos, la Ensalada César de pollo crujiente y el Tomate con melva (5,90€ ambos) en raciones muy generosas, abundantes y con buena materia prima, una formidable manera de comenzar la velada.

Aquí son conocidas, sus cazuelas y por ende, dos de ellas que claramente llevan la fama fuera de sus fronteras. No quisimos ser especiales y acabamos pidiéndolas con resultados dispares. Por un lado su afamada cazuela de Gambas al ajillo (10,90€) donde su precio lo vale, en la mayoría de lugares vemos que por una cazuelita donde hay no más de quince gambas la cobran por encima de los 10 euros ya, aquí por el mismo precio tienes el triple de gambas, con un ligero pique pero sin llegar en ningún momento a molestar y unas gambas no precisamente pequeñas...el resultado es de notable/sobresaliente, basta decir que comprendería a aquellas personas que sólo vinieran aquí a comerlas, todo dicho. La otra en cambio, el Solomillo La Viña (7,50€), es una cazuela de solomillo guisado con ajo y vino, sin acompañamiento ninguno, sólo la carne y la salsa, muy bien para mojar pan y de cantidad también generosa y a buen precio pero se nos hizo la carne seca; algo que podría haber estado mejor nos dejó a medias.

En el apartado de fritura, las raciones están muy bien de precio (5,50-7,50€) pudiendo escoger entre Boquerones, Rosada y hasta Frito variado (8,50€ la media) perfecto para tres/cuatro personas y que incluye acedías, calamares, bacalao o puntillitas entre otros. Para rematar un Revuelto especial con pollo, jamón, gambas y champiñones (7,50€) y alguna carne como el Guarrito (7,50€) unos churrasquitos ibéricos con tacos de jamón y patatas. 

La Viña ofrece cantidad y calidad a buen precio, merece la pena hacerse el viaje hasta aquí y comer en su salón, sin lujos sin ostentaciones ninguna pero con la mayor de las virtudes que es su buena mesa. Un clásico que nunca falla.


Dirección: Calle San Mateo, 6 (41520) El Viso del Alcor 

Teléfono: 955 945 720 / 676 250 901

Web   Carta

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.