Sevilla tiene un color especial, un color diferente a cada barrio, a cada calle, que lo hace singular y característico por esos rincones inexplorados que tiene. Si tenemos amplitud de miras veremos que son muchos los lugares que nos aguardan con propuestas gastronómicas que bien podríamos encontrar un fin de semana por el centro y catalogar como cocina moderna. En la zona residencial junto al parque de Miraflores desde 2017 está abierto CerdoNegro, un local con aire extremeño/andaluz que ha dado un nuevo sentido al barrio gracias a su apuesta por la originalidad y un producto de primera.

A la cabeza se encuentra David Navarrete, que ha sabido escoger por rama familiar lo mejor del cerdo ibérico extremeño, con Monesterio al frente, con la cocina casera andaluza para dar forma a un bar que si bien es de toda la vida (se podría considerar bar de barrio), su ambiente es desenfadado, rompedor y vemos que va un punto más allá en lo que a calidad se refiere, y eso es digno de aplaudir. Puede parecer por el nombre del establecimiento que se centra exclusivamente en carnes e ibéricos extremeños y aunque razón no falte y la dehesa sea parte indispensable de su carta, hay que estar muy atentos a todo lo demás porque nos aguardan muchas sorpresas que no debemos perdernos.

Visualmente CerdoNegro es sencillo, quizás sea su terraza el punto fuerte, la han ido ampliando al igual que el interior con el paso del tiempo y para los días de buen clima se convierten en un fuerte reclamo. Estamos ante un local que no pretende dárselas de pretencioso, la relación calidad/precio está bastante bien si nos atenemos al tamaño de las "tapas" porque realmente son bastante generosas. Podemos encontrarnos recetas de toda la vida pero con una reinterpretación por parte de David, un producto muy elaborado y se nota que con cariño.

Descubriendo la carta vemos como los preparativos y entrantes no pueden ser más acordes a lo que puede ofrecer un bar de sus características, desde ensaladilla, papas bravas o ensalada César, pasando a las gyozas o hasta Poké de arroz. Mención aparte merecen las Patatas Violetas con pico de gallo, cilantro y huevas de bacalao (3,80€) algo no muy habitual de verse hoy día, colorido y lleno de sabor, sin duda atípico, muy fresco a la par que muy recomendable. Aquí las lagrimitas de pollo no son las clásicas, no, las Tiras de pollo crujiente maceradas en curry y leche de coco (3,80€) están exquisitas, empanadas en panko, su sabor es totalmente diferentes a otras probadas con anterioridad.

La carne de cerdo empieza a tener protagonismo en su bollo Guao Bao de chicharrón, el solomillo glaseado, la pluma ibérica o el Wok de cerdo ibérico con verduras y noodles (6,90€) haciendo mucho hincapié en la potencia del sabor. Destacar también la Carrillada ibérica con parmentier de boniato y salsa Rioja (5,50€), apenas sin grasa, muy tierna y aromática. Y para finalizar varias de sus propuestas de hamburguesas: la Extremaburger (presa ibérica de bellota con queso, virutas de jamón, pimientos de padrón y alioli) o la Italian burguer con parmesano y pesto por citar alguna; sin ser un local dedicado plenamente a hamburguesas logran darle personalidad y originalidad haciendo muy atractiva su oferta.

Algún fuera de carta y unos postres caseros culminan su carta, que a buen seguro por ser diferente y creativa, atraiga mucha más gente que esté saturada del centro de la ciudad. Una cocina de corazón que nada tiene que envidiar a grandes firmas de renombre. Ya lo saben, pásense por Miraflores.


Dirección: Avenida de la Mujer Trabajadora, 10 (41015) Sevilla 

Teléfono: 695 797 013

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