Dentro de la ruta cultural y patrimonial que esconde Carmona en casi cada rincón, basta con echar el ojo para encontrarse con una oferta gastronómica muy por encima de lo que acostumbran a ofrecer los pueblos. Aquí en Sevilla podemos estar orgullosos de lo que sus pueblos son capaces de idear, una visita a Carmona está más que justificada no sólo por su monumentalidad sino también por su restauración, y podemos contar numerosos ejemplos, hoy nos centraremos en Casa Curro Montoya.
En una esquina, en un rincón de intrincadas y estrechas calles nos sorprende este pequeño lugar, el cual podría parecerse a cualquier taberna del centro de Sevilla. Poquitas mesas que hacen las veces de terraza dan paso a la barra y mesas altas con taburetes, perfectos para tapear. Todo aquí en su planta baja es rústico, decorado a la vieja usanza, olor añejo, a tradición, nos saludan amablemente, como si estuviéramos en nuestra casa, es ahí donde vemos unas escaleras que llevan a su planta superior donde un bonito y elegante comedor con mesas bajas esperan pacientes a sus comensales. Preferimos quedarnos abajo, donde poder tapear y picar algo a la vez que compartir algún plato si nos apetecía, toda vez que en su enorme pizarra aparecían muchas más tapas de las que estaban en su carta... las opciones se multiplicaban.
Ante lo complicado de la elección (cabe decir que todo tiene buena pinta), nos decidimos por un Revuelto de bacalao de primero, que no es el único ni mucho menos, resaltaba sobre todo el corte de la patata casera, no se hizo nada pesado, fue perfecto para comenzar. Entre los pescados, no duden en pedir su pescaito frito variado, o su famosa tosta de mojama, incluso las Huevas de merluza a la plancha estaban ricas, yo que no acostumbro a comerlas al igual que la casquería, debo admitir que me sorprendieron para bien: ante una base de patatas panaderas y pimientos y unas lonchas de jamón coronando la tapa, no podía decir que no.
Continuamos con un Magret de pato muy tierno y sabroso pero más sencillo que los anteriores, no nos
dimos cuenta pero también lo tenían acompañado de cebollita caramelizada y pasas. Solomillo de cerdo al whisky como último plato salado justo antes de ver que en su carta de postres había Leche frita, una de mis debilidades, el estómago me pedía postre esa tarde, y puesto que es pesada nada mejor que un café para acompañar. Esa visita merecía acabarse como Dios manda.
Precios muy asequibles tanto en barra como en comedor, servicio atento y al detalle y en un marco incomparable como Carmona hacen el resto. Una cocina casera con productos de temporada y que a buen seguro gustará a todos. En próximas visitas al pueblo iré ampliando el radar.
Dirección: Calle Santa María de Gracia, 13 (41410) Carmona
Teléfono: 954 196 027
Web: Página de Facebook