El mosto de cosecha propia es algo muy raro de ver por nuestros alrededores y más si se mantiene la forma tradicional de elaborarlo. Bodega Pepe Girón, en Bormujos, es de los pocos que mantiene intacto la fórmula, como bien conoce Pepe, el patriarca de este negocio que lleva funcionando desde 1979 a base de una cocina que recuerda a otros tiempos lejanos y que sirve a una clientela fija sus conocidísimos guisos y chacinas en papelón.

Y no es de extrañar la gran afluencia de público que arrastra esta típica bodega, ir aquí un fin de semana y encontrar mesa puede llegar a ser una odisea, si la suerte no acompaña ya puedes apuntarte en lista. Los hijos del matrimonio formado por Pepe y Antonia son ahora quienes llevan la batuta de un negocio que se ha convertido en santo y seña de sevillanos emigrando al Aljarafe con ganas de probar sus variados guisos. 

La tradición y solera se puede ver desde su entrada donde es fácilmente observar montones de barricas de vino junto a clásicas sillas y mesas de madera, al estilo Bodega San Rafael. La cocina sigue la base de lo tradicional según como lo hacían nuestros mayores, mucho apego a la comida de nuestros abuelos, cuchareo del bueno, del de mojar pan y rebañar hasta la última gota y del picotear como se hacía antiguamente en las ventas. 

Dejando atrás un poco las frituras, algo que no es lo más recomendable del lugar, bien haríamos en empezar con alguno de sus aliños y la chacina "marca de la casa". Una buena Ensaladilla de primero, la clásica sin más ingrediente que el que debe tener y alguno de sus Papelones, bien de morcilla de hígado, panceta ibérica o de los muchos ibéricos y embutidos que presumen en la bodega. Reseñable también el detalle de acompañar la chacina con un suculento bollo entero o medio bollo según la ración que pidamos.

Este bollo nos debe servir para llegar al siguiente y más valorado aspecto: sus guisos. Y es que hay que decir que todos están para mojar pan, y no hablamos de uno o dos, no, en la carta podemos encontrarnos al menos diez guisos/potajes y lo mejor de todo, pudiendo elegir tapa o plato. Mención de honor para la Carne con tomate, emblema de esta casa, absolutamente delicioso el punto de la carne y una salsa muy cremosa. Espinacas con tomate (tipico de Bormujos) y que hacen con orgullo, la Caldereta de venao, carne de caza que la dejan muy tierna, sus Costillitas ibéricas, otra de las sencillas razones para venir aquí, su Cocido de Calabaza o el Potaje de acelgas, para terminar de "embucharnos" y poder bajarlo todo con un buen mosto. Una carta que varía poco el resto del año y muy accesible para todo el que quiera o no compartir. Precios ajustados a todos los bolsillos.

Para finalizar uno de sus postres caseros. En nuestro caso fue una Polea con sus respectivos coscorrones de pan frito, llevaba aparte un fuerte aroma a matalauva, simplemente delicioso. También se puede optar por su Tarta de canela o una fresca Calabaza en almíbar. Pida lo que se pida, la materia prima y el mimo que ponen en cada plato está fuera de toda duda. Es para darse un auténtico homenaje. La herencia de los antepasados queda bien custodiada en manos de esta familia.


Dirección: Calle Clemencia Escobar, 21 (41930) Bormujos

Teléfono: 955 724 042 

Web: Enlace 

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